Cada vez que entro en un aula de clases existe una sensación inexplicable cuando eres docente, se trata de visualizar una partida (ESTUDIANTES) que contiene ciento de especificaciones, y que difícil se torna poder percibir cada uno de ellos en base a sus personalidades y actitudes, que vienen siento al final las generadoras de estas ideas.
Se hace necesario cuestionar varias formas de educación, es como hablar de miseria siendo rico o de colocar ejemplos cuando no haz vivido una situación; en tal sentido, hay que basarse en una primera herramienta, esa herramienta en donde el docente no es un simple o gran profesional especializado, sino un ser humano integral con un componente único de ideas, que solo podrán darse en la medida en que se dan las actividades.
En consecuencia, hay miles de teorías que pretenden desarrollar ideas de formación educativa, y aunque no las cuestiono, se trata de basarte en una realidad infinita, en problemas únicos con personalidades únicas que manejar; se trata de un concepto simplicado, mas no de una definición perpetua. Creo que el educador no ha entendido que la formación humana junto a la didáctica son la clave para llegar al fondo de un mundo, fomentado lo que es real a los ojos y no a una psicología que se contradice y que se base en una muestra.
Por lo tanto, hablar de educación es hablar de esencia, de paciencia, de amor, de actitud, de profesionalismo, de calidad, de respeto, de comunicación y mas que todo de humanismo, esa sencilla palabra en que muchos no se apegan, pero que a su vez es la clave para conquistar corazones que necesitan ser conocidos, para así poder enseñarlos.